jueves, 27 de junio de 2013

MI RAYUELA

Este año Rayuela cumple 50, uno menos que yo.

Lo leí por primera vez cuando tenía 14. No recuerdo si lo compré o me lo robé de la Biblioteca Manuel Estrada, donde iba por las tardes, un rato allí, otro rato a la Mariano Moreno, otro rato a la librería de mi tío postizo Aquiles: todo mi mundo literario en cien metros de la calle Belgrano, en Bernal.





Allí arriba, le pregunto a Cortázar si había llegado. Y sí, había llegado, y se había ido pronto, y yo no había cumplido el sueño de verlo caminando por Corrientes con un ramito de jazmines en la mano.



Iba conmigo a todas partes, aquí y allá. Gracias a Lali Huertas, que guardó esta foto de Mar del Plata, verano del '81!:




Mi Rayuela guarda tesoros entrañables.


Billetes pesos ley o moneda nacional, o algo así.



Y un tesoro hojita de no sé dónde.


Desde el fondo de los tiempos viene la costumbre de guardar papelitos.


"Córdoba va", me la copió un amigo de por allá en algún fogón en Pinamar, altri tempi.


Leída en trenes, subtes, metros, buses, colectivos, aviones y barcos.


Y hasta tuve que intervenirla! Síndrome de la futura correctora.



Párrafos leídos una y otra vez, marcados y remarcados.



El amor al mate, en sus palabras.


Y llorar, una y otra vez, con el bebé Rocamadour.


Esta, entre muchas otras, es mi Rayuela, el libro que elegiría si tuviera que elegir uno solo.

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