martes, 17 de noviembre de 2015

LA GENTE QUE ME CONOCE

Viernes 13, 14.30.
Reunión con las familias de nuestros/as estudiantes en el CIC "2 de abril" del barrio Esperanza Grande de Ezpeleta. Otra de las cosa que hizo este gobierno: Centros Integradores Comunitarios diseminados por todo el país.
Habla la directora de la Escuela Secundaria de Enseñanza Técnica de la Universidad Nacional de Quilmes, después nos reunimos en pequeños grupos. Madres, la inmensa mayoría, algunos padres también, mezclados con nosotros/as, los/as docentes de sus hijos/as.
Hablamos del momento actual, de las perspectivas, de todo lo que la escuela es y de lo que quiere seguir siendo.
Una madre dice, los ojos llorosos: mi hija cambió mucho en esta escuela, se siente segura, protegida por ustedes.
Otra madre dice: a mi hijo, que venía de una escuela parroquial, le costó mucho adaptarse el primer año. Ahora se siente feliz, no quiere faltar nunca.
Otra madre: ustedes no solo enseñan a hacer. Enseñan a ser.
Y otra: nosotros nos damos cuenta, hay chicos que en otras escuelas les decían que eran casos perdidos, y con ustedes avanzaron un montón.

Nosotros/as salimos, sencillamente, felices y agradecidos/as.

La gente que me quiere, sepa que este proyecto que me hace feliz, y en el que trabajo codo a codo con decenas de docentes y trabajadores comprometidos/as, con cientos de pibes de barrios humildes de Quilmes y Berazategui, corre peligro si gana Macri.
No hace falta que no nos mande más plata para terminar el edificio de nuestra escuela, o que no nos mande los libros, películas, videos que nos manda hoy el Ministerio de Educación de la Nación.
Basta con que, al devaluar nuestros salarios, tengamos que salir a buscar nuevos trabajos para sobrevivir.
Basta con que, al aumentar los precios de los productos básicos, las familias de nuestros/as pibes/as tengan que volver a optar entre mandarlos a la escuela o a trabajar.
Basta con que decidan que no hay que gastar plata en milanesas con puré, pollo al horno con ensalada, medialunas cada mañana, juguitos y chocolatadas cada tarde, y que basta con polenta y mate cocido, y no para todos igual, sino solo para los que pidan beca, como hacen en la CABA.

Ustedes me conocen, saben de mi compromiso. Si me quieren, y son felices con este tipo de proyectos de inclusión con calidad, voten a Scioli, para que podamos seguir mostrando orgullosamente las cosas de las que son capaces nuestros pibes y pibas.