Viernes
13, 14.30.
Reunión
con las familias de nuestros/as estudiantes en el CIC "2 de
abril" del barrio Esperanza Grande de Ezpeleta. Otra de las cosa
que hizo este gobierno: Centros Integradores Comunitarios
diseminados por todo el país.
Habla
la directora de la Escuela Secundaria de Enseñanza Técnica de la
Universidad Nacional de Quilmes, después nos reunimos en pequeños
grupos. Madres, la inmensa mayoría, algunos padres también,
mezclados con nosotros/as, los/as docentes de sus hijos/as.
Hablamos
del momento actual, de las perspectivas, de todo lo que la escuela es
y de lo que quiere seguir siendo.
Una
madre dice, los ojos llorosos: mi hija cambió mucho en esta escuela,
se siente segura, protegida por ustedes.
Otra madre dice: a mi hijo, que venía de una escuela parroquial, le costó mucho adaptarse el primer año. Ahora se siente feliz, no quiere faltar nunca.
Otra madre: ustedes no solo enseñan a hacer. Enseñan a ser.
Y otra: nosotros nos damos cuenta, hay chicos que en otras escuelas les decían que eran casos perdidos, y con ustedes avanzaron un montón.
Otra madre dice: a mi hijo, que venía de una escuela parroquial, le costó mucho adaptarse el primer año. Ahora se siente feliz, no quiere faltar nunca.
Otra madre: ustedes no solo enseñan a hacer. Enseñan a ser.
Y otra: nosotros nos damos cuenta, hay chicos que en otras escuelas les decían que eran casos perdidos, y con ustedes avanzaron un montón.
Nosotros/as
salimos, sencillamente, felices y agradecidos/as.
La
gente que me quiere, sepa que este proyecto que me hace feliz, y en
el que trabajo codo a codo con decenas de docentes y trabajadores
comprometidos/as, con cientos de pibes de barrios humildes de Quilmes
y Berazategui, corre peligro si gana Macri.
No
hace falta que no nos mande más plata para terminar el edificio de
nuestra escuela, o que no nos mande los libros, películas, videos
que nos manda hoy el Ministerio de Educación de la Nación.
Basta
con que, al devaluar nuestros salarios, tengamos que salir a buscar
nuevos trabajos para sobrevivir.
Basta
con que, al aumentar los precios de los productos básicos, las
familias de nuestros/as pibes/as tengan que volver a optar entre
mandarlos a la escuela o a trabajar.
Basta
con que decidan que no hay que gastar plata en milanesas con puré,
pollo al horno con ensalada, medialunas cada mañana, juguitos y
chocolatadas cada tarde, y que basta con polenta y mate cocido, y no
para todos igual, sino solo para los que pidan beca, como hacen en la
CABA.
Ustedes
me conocen, saben de mi compromiso. Si me quieren, y son felices con
este tipo de proyectos de inclusión con calidad, voten a Scioli,
para que podamos seguir mostrando orgullosamente las cosas de las que
son capaces nuestros pibes y pibas.