domingo, 28 de septiembre de 2014

DE LAS TRIBULACIONES DE (INTENTAR) TRABAJAR EN LA CIUDAD AUTÓNOMA DE BUENOS AIRES


Una persona pensó que yo podría dar clases en un postítulo en la CABA, y me invitó generosamente a hacerme cargo de un módulo junto con otro docente. A continuación, el recorrido burocrático con uno de los  empleados del área que debe organizar el tema de los contratos correspondientes desde el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. Esa gente, además de hacerte firmar contratos de "locación de servicios" en blanco, da por sentado que tenemos escaner e impresora en casa, y todo el tiempo del mundo para satisfacer sus caprichos: piden algo de un modo en los correos, y de otro modo en los formularios; agregan requisitos previamente no solicitados; y por último, exigencias absurdas. La carga de documentación online probablemente contribuya a complicar todo. Pensé, entre otras cosas, en las familias que deben anotar a sus hijos e hijas por esta vía, sin poder aclarar cuestiones cara a cara. Lo que se presenta como un avance modernizador es un modo de desalentar a quien está del otro lado de la pantalla, si la tiene.











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