miércoles, 14 de agosto de 2024

UN VIAJE, DOS PAÍSES, DÍA 21: AL ENCUENTRO DE MÁS ABRAZOS





Es nuestro último día completo, así que hay que aprovecharlo. Nos encontramos a las 12 con Roque en la Estación Sants, y nos vamos a Casteldefells, donde después de una larga caminata a orillas del mar y de protestar (yo) por no haber arreglado encontrarnos más cerca de la estación, al fin llegamos a casa de Gracia, donde está parando mi amiga y compañera Andrea Casamento. Abrazos, charla, y  nos vamos a almorzar a un lugar donde se come rico. Charla, intercambio por wasap con Iñaki Rivera que nos dice a Gracia, Andrea y a mí cosas preciosas, y vuelta a tomar el tren para volver a Barcelona y desde allí, a Terrassa, a la casa de Gloria y Marcelo. Al llegar, nos estaban esperando en la puerta para llevarnos a conocer una plaza hermosa, con una casa modernista, bancos como a mí me gustan y sectores diferenciados para que jueguen niñas y niños de distintas edades. Después conocimos el depto nuevo de Gloria y Marcelo, que es hermoso, y disfrutamos de ver cómo el anfitrión cocina una de las pizzas más ricas que yo haya comido, en su horno pizzero rojo eléctrico. Al rato llego Graciela, y dimos cuenta de toda esa delicia que Marcelo preparó para agasajarnos. Me quedó un resto para probar una deliciosa coca de Sant Joan, un postre que consiste en una especie de rosca de Reyes, pero más húmeda y sabrosa. 

Nos fuimos antes de que se cortara el servicio de trenes. 
Llegamos tarde a Barcelona, después de un largo día, el último entero. Mañana a media tarde estaríamos camino al aeropuerto. Pero eso será mañana. Ahora, a dormir, que es viernes y todavía falta para llegar a casa. 


Con Andre

Roque, JP, Gracia, Andrea y yo


Playita de Casteldefells


A orillas del mar, hermoso


Los banquitos que me gustan en Terrassa

La casa modernista de la plaza cercana a la casa de Gloria y Marcelo









Pizza en progreso





Marcelo y sus pizzas maravillosas


La coca de Sant Joan







lunes, 5 de agosto de 2024

UN VIAJE, DOS PAÍSES, DÍA 20: GIRONA BAJO LA LLUVIA

Teníamos pendiente una salida con Graciela. Habíamos pensado en ir a Port Bou, a hacer el recorrido de Walter Benjamin y a visitar la tumba de Antonio Machado, en Colliure. JP quería conocer y a mí me gustaría volver con él allí, donde ya estuve en un viaje anterior. Pero es un poco lejos, unas tres horas en auto, y era demasiado viaje para hacerlo en un día. Además, a las 19 había una movida de argentinos frente al Consulado de nuestro país, para protestar por las detenciones del 12 de junio en la movilización contra la Ley Bases, y pedir la libertad de los presos. A la misma hora, había otra concentración, por la situación de los presos en las cárceles de Cataluña, en la Plaza del Ayuntamiento, pero habíamos decidido con JP ir al Consulado argentino. Entonces, luego de largos conciliábulos, resolvimos ir a Girona, que está a una hora en auto, salir temprano y volver a tiempo para llegar a las 19. 

Pero bueno... no todo sale como se prevé. 

No salimos tan temprano, tardamos bastante más de una hora en llegar (Graciela tenía el google maps en la opción sin autopistas, así que nos metimos por adentro de los pueblos), cuando al fin llegamos a Girona llovía bastante así que estuvimos en un bar hasta que paró un poco, después dimos varias vueltas hasta encontrar un negocio donde compramos, primero dos paraguas, pero no era suficiente, y luego, JP y yo, unos impermeables ridículos, con forma de vaca, que lucimos casi todo el día. 

Girona es muy bonita, recorrimos bastante, caminamos, paró de llover, y ya a media tarde, nos sentamos a tomar cerveza y unas tapas en un sitio muy bonito pero donde tardaron años en atendernos. En algún momento vi que eran las 17.30 y empecé a imaginar lo que iba a pasar: no llegaríamos a las 19. Así fue, lo que generó algunos chisporroteos. Tardamos bastante en entrar en Barcelona, y una vez allí, caminamos medio frenéticamente con JP para llegar al Consulado. Cuando al fin lo logramos, ya no había nadie. Por suerte todavía estaba Roque, y otro compañero, así que al menos nos sacamos una foto con un cartel contra Milei y nos fuimos a tomar una birra. 

Fin del día, el anteúltimo en Barcelona.