viernes, 25 de octubre de 2019

LA COCINA DEL AMOR. 4- BUDÍN DE MANDARINAS NACIONAL Y POPULAR

Hace más de diez años, invierno de 2009 circa, visité a mi amigo Ruly a una hermosa casa de campo que tenía con su mujer en Mercedes. Fue con mi entonces novio, pasamos una linda tarde, y nos vinimos de vuelta con una bolsa repleta de mandarinas cosechadas in situ. 

¿Qué hacer con tantas mandarinas?, me pregunté, y me puse a buscar recetas por ahí. En alguna página, encontré budines. Elegí una opción. Hice mi primer budín de mandarinas. Se me quemó un poco en la base y en los bordes. 

Entonces seguí probando y pidiendo consejos. Alguien me dijo que pusiera debajo de la budinera una fuente con agua. Así lo hice, y también aprendí a regular mejor la temperatura. Empezaron a salir mejor. 

Después se me ocurrió una variante a la original de glasear: le tiré trocitos de chocolate amargo. Ya fueron dos variantes. 

Y después probé la misma receta con limones y naranjas, y también salieron bien. 

Pero el que empezó a crecer como leyenda (ah reee) es el budín de mandarinas.

Lo hice con mi nieto, cuando vino a la Argentina. 
Lo llevé a cada asado al que me invitaron, como humilde ofrenda. 
Lo compartí en las fiestas familiares y en cumpleaños de amigxs.
Lo ofrecí junto con Brigadistas en alguna presentación.
Lo llevaré hoy a La Tribu para festejar el pase de River a la final de la Libertadores. 
Lo logré entrar a la cárcel de Devoto para festejar mi propio cumpleaños, el primer día de este octubre interminable y hasta ahora maravilloso. 
Lo comimos con amigues viendo el Mundial 2014 y el debate del 13 de octubre. 
Lo ofrecí como atractivo en #TalleresEnCasa y también en los #TalleresEnElGaleano

Y lo llevaré el próximo domingo 27 a mi mesa de votación, en la que seré autoridad. 

He compartido la receta decenas de veces, aquí va de nuevo. 
No es mía, y la verdad es que ni recuerdo de dónde la saqué, de qué página o sitio. La vengo copiando desde hace diez años igual a la primera vez. Va con algunas observaciones mías en negrita: 

Budín de Mandarina

Mandarinas: dos unidades (si son chiquitas, uso tres)
Huevos: tres
Azúcar: dos tazas (mi medida ideal es una vieja taza de té de Rigolleau)
Aceite (no de oliva) (yo uso de girasol): un poquito menos de una taza 
Harina 0000: tres tazas
Polvo leudante: tres cucharaditas colmadas (bien colmadas)
Puede usarse harina leudante para no correr riesgos (yo siempre uso harina leudante)

Primero procesás o licuás los gajos y las cáscaras todo junto sin agregar nada de líquido extra (Ojo, muy importante: corten las mandarinas en trozos, y retiren con mucho cuidado todas las semillitas. Los trozos van enteros, con cáscara, a la licuadora).
Cuando conseguís un puré lo colocás en un recipiente donde vas a hacer la mezcla, agregás ahí el azúcar y el aceite y  batís, no necesariamente tenés que batir con batidor de alambre (yo sí uso batidor de alambre), yo lo hago con una cuchara de madera, una vez integrado esto le agregás de a uno los huevos y vas integrando todo, por último vas agregando la harina tamizada, nunca te olvides de este paso (tamizar bien la harina) y agregale una pizca de sal. Hecha la mezcla, la colocás en un molde para budín enmantecado y enharinado y lo cocinás en horno precalentado moderado hasta que al introducir un palillo o un cuchillo sale limpio (yo lo pongo sobre una fuente honda con dos dedos de agua)
Consejo: 
Hacele un baño de glasé ni bien lo retires del honro, lo desmoldás, lo colocás sobre una rejilla y lo glaseás con unas cucharadas de azúcar impalpable diluidas en unas cucharaditas de jugo de limón o naranja o algún licor a tu gusto (yo el glasé lo hago con agua tibia. Si tengo, le agrego encima frutos secos. Otra opción, que a veces combino, es ponerle pedacitos de chocolate amargo en crudo, es decir, luego de volcar la mezcla en el molde)

En estos días han aparecido recetas macristas de budín de mandarinas. 
No les den bola
El nacional y popular es este. 
Los otros #SeVan.