martes, 8 de diciembre de 2015

ESTOS 12 AÑOS

Y que quede claro: no han sido todas mieles para mí estos 12 años. Me "desafectaron" de un trabajo público -la Procuración Penitenciaria-; me ralearon de otro -la Secretaría de Derechos Humanos-.

Me han prohibido viajar a una provincia -Mendoza-, por hacer informes críticos al que sería vicepresidente de CFK. No la voté en 2007, a CFK, por llevar a ese sujeto de vice. 

Me he enfermado -una contractura paralizante- durante meses, cuando me quitaron trabajo en la SDH.

Me difamaron, diciendo, por ejemplo, que bancaba en la clandestinidad a un joven fugado de la cárcel.

Batallé por causas perdidas, que podrían haberse resuelto con un poquito de coraje. 

Ganaba mucha más guita, en términos comparativos, en 2003, que ahora. Pagaría ganancias, y una suma bastante alta!

Pero hace mucho tiempo que entendí que no hay proyecto colectivo que no esté atravesado por injusticias, errores y agachadas. Y que, en la cuenta final, lo que yo valoro no es cómo me fue personalmente sino como nos fue a todos/as, colectivamente.


Por eso, esta tristeza